aquel sentimiento especial,
aquel en el que una persona se vuelve el tesoro más preciado de tu vida,
tú mundo cambia;
lo ves con otros ojos,
encuentras la solución a todo lo que te acompleja,
a lo que te atormenta,
nada te enoja ni entristece;
porque solo tienes una persona,
aquella que hace que nazca ese sentimiento especial.
Sin embargo en ocasiones ese sentimiento
lo confundimos con un cariño especial,
un cariño que se siente por la familia, o amigos,
un cariño que a pesar de ser valioso no es aquel que sea tú tesoro más preciado.
Lo primero que podemos sentir al aclarar esa situación,
es tristeza, decepción o amargura;
pero después, cuando nuestro corazón asimila esa información,
volvemos a ver el sol brillar,
a la luna en el firmamento mostrar su esplendor,
y todas aquellas cosas que dejamos de apreciar;
por la razón de que el corazón vuelve a sentir esperanza,
a sentir fe; a estar listo para que cuando llegue esta persona,
en el momento justo sea en un día, un mes o un año,
pueda crecer aquel sentimiento que se vuelva un tesoro,
aquel sentimiento que es el más preciado en nuestra vida,
aquel sentimiento que llamamos AMOR.
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