Tan perfecto que parecías un príncipe azul montado en su corsel blanco.
No había duda que eras un hombre sin igual,
Capaz de sentir, de conquistar, de valorar lo que aquellos no quisieron;
Con tus palabras cautivaste mi corazón,
Y con tu voz conquistaste mi alma
Sin embargo algo apago tu corazón,
Y como en un cuento que no tiene un feliz final,
Perdiste tu esencia, perdiste tu rumbo,
Callaste a tu alma y cerraste a tu corazón.
Trate de derretirlo, devolverte la esperanza,
Pero era demasiado tarde porque te perdiste en la oscuridad, en tu soledad;
Ahora estamos lejanos, tanto como un día que estuvimos muy unidos;
Y aunque mi corazón y mi alma aun suspiran por ti;
Debo emprender mi camino con una sonrisa triste,
Porque aunque sienta lo mas maravilloso de la vida,
Solo deseo que alguien rompe el hechizo que esta en ti;
Y que vuelvas ser a que hombre irreal,
Que con sus palabras cautiva corazones
Y con su voz logra conquistar almas.
Adiós mi príncipe azul que está montado en su hermoso corsel blanco ,
Adiós a ese sueño que pudo ser pero que nunca paso.
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