tus ojos cautivaron mi alma,
tú sonrisa cautivo mi corazón,
tú forma de ser se hizo un espacio en mi interior.
Fue un día cualquiera cuando nos vimos,
Tú sonreíste de una forma que alumbro mi día,
Tus nervios al hablarme fueron tan adorables,
que a pesar de negarme lograste llamar mi atención.
Salimos, compartimos, hablamos, nos confesamos,
abrimos nuestras almas
Tuvimos una conexión la cual no había sentido,
Paso el tiempo y el sentimiento creció,
hablar contigo, ver esos hermosos ojos verdes,
se volvió la mejor parte de mi vida.
Escuchaste mis tristezas, celebraste mis alegrías,
por primera vez en mucho tiempo me sentí importante, especial.
En cada salida, en cada conversación, entrabas más al fondo de mi corazón,
Sentí alegría, sentí felicidad, pero sobre todo sentí amor.
cada instante vivido , cada instante compartido por fugaz que fuera, hacías que se sintiera irreal, se sintiera de cuento, se sintiera un sueño.
Pero como en todo cuento, como en todo sueño
tiene su final, un final amargo se debe decir,
pero un final,
Debí despertar de este hermoso sueño, decirte adiós y dejarte ir.
Pero antes de soltar tú mano te agradezco,
Agradezco que me miraras, consintieras, escucharas, y animaras
te agradezco ser ese soporte cuando lo necesitaba, y esa voz de aliento cuando desfalleci.
Te volviste el principe de un cuento improvisado,
esa inspiración que alimenta el alma,
aquellas letras que forman estas palabras,
y el sonido que compone una canción
y aunque eres solo un sueño,
mantengo la esperanza de volvernos a encontrar,
de volver a coincidir en este camino,
y podamos rehacer este sueño una vez más
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